Su procedencia hay que buscarla entre los primitivos ovinos mediterráneos que formaron la primera rama de la especie, que tras su expansión occidental ocupó parte del territorio hasta constituir el llamado ovis aries celtibericus, y de ahí, hasta su definitivo asentamiento, donde se diversificó para formar razas españolas (Rasa Aragonesa, Castellana, Alcarreña, Segureña); francesas (Lacaune y Alpina) y portuguesas (Bordaleira).